El neolítico es el periodo final de la comunidad primitiva. Aquí se produce el primer gran salto de la historia. La primera revolución económico-social: la revolución neolítica.
Con un medio geográfico ya estable bajo el holoceno, el neolítico es un periodo relativamente corto comparado con los periodos anteriores. Aquí los cambios producidos van a permitir un mayor desarrollo de la producción y esto conllevará a la descomposición de la comunidad primitiva.
La economía es productiva. Las actividades de subsistencia dan paso a la autosuficiencia con el surgimiento de los excedentes. Se alcanza un dominio mayor de la naturaleza. La revolución neolítica da paso al surgimiento de la agricultura y la ganadería.
Entendemos la agricultura como actividad encaminada a la producción de alimentos a partir de la tierra usando para ello técnicas de irrigación (canales, acequias) y herramientas de cultivo (hoz, arado). Los cultivos son más especializados, desde frutos, legumbres, cereales, etc. La mujer creará esta actividad; sin embargo, su desarrollo estará a cargo del varón. Ello porque un nuevo reparto de tareas ente el hombre y la mujer se está produciendo en el seno de la tribu.
La ganadería constituye una actividad en la cual el pastoreo de animales y el uso de sus propiedades (carne, pieles, leche, cuero, lana, huesos, etc.) se vuelve especializada.
Los centros originarios
Ambas actividades y todos los cambios sociales que generan surgen en lugares específicos del mundo, y a partir de allí aparecerán las primeras civilizaciones. Dichos lugares se denominaran “centros originarios”. En cada centro surgió – de manera independiente- la revolución neolítica. Estos fueron cinco, a saber:
Cercano Oriente (Media Luna fértil: trigo, cebada, lentejas; vacas, ovejas)
Medio Oriente ( India: algodón; cebú)
Lejano Oriente ( China: arroz mijo, cerdo; cerdo)
Mesoamérica (maíz, habas; pavo)
Andes (papa, camote, yuca; llama, alpaca)
La industria lítica viene marcada por la piedra pulida u ornamentada. Esto es por la necesidad de perfeccionar las herramientas de trabajo para que sean funcionales a las nuevas actividades. Así tenemos las hachas, arpones, punzones, hoces, morteros, etc.
El desarrollo productivo que generó la revolución neolítica dio paso a la división social del trabajo, es decir a una especialización de los productores dentro de la comunidad de acuerdo a las actividades productivas. Esta división social será mucho más decisiva que la antigua división natural. Su desarrollo va generar fenómenos como la propiedad privada y la división de clases. Se pueden evidenciar tres grandes divisiones sociales del trabajo a saber:
1era:Agricultores y ganaderos (pastores)
-Excedentes económicos, sobrantes, que permitirá el ahorro, la autosuficiencia y la propiedad privada.
2da: Artesanos
-Cerámica, tejidos, metalurgia (cobre, bronce) curtiembres
-Tributación a jefes astrónomos (explicación de fenómenos climáticos a la tribu para el desarrollo productivo)
-Intercambio de productos (trueque)
3ra: Comerciantes
-Producción mercantil generalizada
Nace la propiedad privada
La división social del trabajo pone las bases para la descomposición de la comunidad primitiva. El surgimiento de los jefes como necesidad de concentrar el conocimiento de los fenómenos astronómicos y dirigir la producción, demanda para la tribu la generación de más excedentes que serán tributados a dicho jefes.
La apropiación de excedentes de parte de los jefes va generando en ellos un cambio en su concepción del mundo, en su conciencia, en la cual ya no será el desarrollo social lo más importante sino el desarrollo individual; surge la alienación social (egoísmo), todo ello se condensará en la propiedad privada de los medios de producción (tierras, herramientas).
De esta manera la contradicción principal hombre vs naturaleza termina y se crea una nueva contradicción principal:
Propietarios Vs Productores directos
( Sacerdotes) (Tribu)
La propiedad privada acarrea el surgimiento de las clases sociales, grupos diferenciados por la propiedad o no de los medios de producción, por el grado de participación en el proceso de trabajo, y por la cantidad de ingresos obtenidos. En pocas palabras nace la desigualdad social.
En base a ello una clase se aprovecha del trabajo de otra para su propio beneficio. El robo es ahora la característica fundamental. La explotación del hombre por el hombre ha comenzado en la historia.
Las tribus (uniones de clanes) constituyen las formas de organización en la cual se evidencia un sedentarismo definitivo. La revolución neolítica permitió la estabilidad territorial de los pueblos en donde pasarán a defenderse con métodos no poco pacíficos. Se construyen aldeas lacustres (palafitos) y de barro. En dichas tribus los jefes patriarcas serán los varones, se impone el conocimiento astronómico y la fuerza física, mientras la mujer quedará relegada a tareas domésticas ahora subordinada al hombre. Ingresamos a la época del patriarcado.
Se expresa un desarrollo ideológico en función a los intereses de los sacerdotes. Estos, para legitimar su poder crean una serie de “dioses” a los cuales les atribuyen la causalidad de los fenómenos astronómicos y de aplicar sanciones aquellos que desobedezcan sus mandatos. Es un control ideológico basado en el miedo, al que los trabajadores de la tribu se irán sometiendo. Para consolidar su poder se construirán centros ceremoniales o templos en donde se almacenarán los excedentes. Poco después al surgir el Estado aparecerá la religión como ideología sistemática orientada al culto de una divinidad y la creencia en un más allá.
La revolución neolítica trajo también un explosivo aumento demográfico que se expresará en la construcción de las primeras ciudades. A este fenómeno se le conoce como la “Revolución Urbana” los cuales surgirán en los centros originarios. Allí se concentrarán las tareas de dirección de la comunidad, de actividades artesanales, comerciales y de residencia de las élites dominantes Entre las primeras ciudades tenemos a Jericó (Palestina), Chatal Huyuq (Turquía), Kalatjarmo, Ur (Irak), Mohenjo-Daro (India), etc.
Se expresará así mismo un desarrollo artístico notable como la cerámica, cestería, textilería, curtiembres (vestidos), metalurgia (cobre, bronce, hierro), arquitectura megalítica (menhires, dólmenes, cromlech) como centros de adoración.
Con todos estos cambios la comunidad primitiva entra en acelerada descomposición, las clases sociales originan enfrentamientos (lucha de clases) y guerras por ampliación de territorios azuzados por sus jefes patriarcales. Esa agudización de las luchas de clases va a ir generando la formación de un aparato político, militar e ideológico que defienda y consolide el poder de la clase dominante y a su vez reprima a los sectores explotados. Dicho aparato lo tenemos expresado en el Estado. Los prisioneros de guerra son ahora esclavizados por los primeros Estados y su posterior crecimiento va ir dando forma al siguiente modo de producción: el esclavismo.
Las guerras aparecen con la propiedad privada
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