El Imperio Romano expresó la crisis y decadencia del sistema esclavista. Roma, en su proceso imperialista, arrasó con la mayoría de pueblos de la antigüedad. Egipcios, persas, judíos, griegos, etc.; cayeron bajo las garras de esta sociedad occidental. Cabe recordar que cuando hablamos de Imperio nos referimos a una sociedad, cuya capital o centro de poder, vive de la expoliación de los pueblos sometidos. Y en ese contexto, las luchas de estos pueblos por su emancipación se hacen más fuertes, generando la crisis y debilidad de todo el Imperio. Por ello esa sociedad se vuelve parasitaria, decadente y está próxima a fenecer. ¿Pero cómo surgió este Imperio?
Recordemos que antes del Imperio Romano estaba la República (509-27 ane), el gobierno del senado y los cónsules. Es de ese periodo que data la tremenda expansión de Roma. Esta expansión lejos de fortalecer al Senado lo debilitó y encumbró al sector militar, al ejército legionario, cuyos generales se disputarán palmo a palmo los territorios invadidos y las riquezas allí existentes. Allí se expresa contradicción entre las clases dominantes.
La expansión romana aumentó la explotación y esclavización de pueblos enteros. A ello se suma la ruina de los plebeyos pobres que serán despojados de tierras. Así el poder económico se irá concentrando en los patricios latifundistas y militares, mientras que la gran mayoría estará sumida en la pobreza y miseria. Eso será caldo de cultivo para las rebeliones de plebeyos y esclavos, siendo la más trascendental la liderada por Espartaco (73ane) que a pesar de ser derrotada, remeció al sistema esclavista poniéndolo en la crisis de la que ya no saldrán.
Finalmente surgen los triunviratos, gobierno de tres generales, para poner orden en la república, pero también fracasaron. La guerra civil devoraba a los romanos. Así, a la crisis social y económica, se suma la crisis política; y ello tendrá que desencadenar necesariamente en una concentración del poder en manos de los caudillos militares. El poder pasa a manos de “salvadores” respaldados por el ejército: los emperadores. El Imperio pues surgió para enfrentar la crisis generalizada, aplastar todo tipo de conspiraciones y salvar a Roma de su descomposición.
Notemos como el Imperio expresará la decadencia de Roma esclavista; sin embargo, no caerá rápido. Pasarán más de 400 años para que se derrumbe totalmente. Ello nos demuestra como los imperios indefectiblemente caen a pesar de su larga duración y aparente “eternidad”. Es la ley de la historia: que unos sistemas por caducos caigan y sean remplazados por otros superiores.
El Imperio arranca con César Augusto (27ane-14ne) quien fue el principal reorganizador de la sociedad romana. En su gobierno se expresó una tibia recuperación, con el aumento de la producción, impuestos y el comercio; así como una relativa estabilidad política conocida como pax romana. Crea la guardia pretoriana para blindar a los emperadores de conspiraciones del propio ejército y mantiene al Senado aunque sea de pantalla. También a este periodo inaugurado por él se le conoce como el Principado.
Es de estos tiempos de explotación y desesperanza de los pueblos donde aparecen profetas en muchos lugares del cercano oriente que se hacían pasar por mesías o salvadores enviados de Dios. Es en Palestina dónde se da un acontecimiento clave que es el surgimiento del cristianismo. No nos detendremos en analizar a ese “Cristo” proclamado hijo de Dios sino en el mensaje que encierra. El cristianismo es una religión espiritualista, moralista, que proclama la creencia en un solo Dios, que llevará al “cielo” y a la “salvación eterna” a todos los que crean en él y se amen los unos a los otros. Este pensamiento es abrazado como una esperanza por los más pobres, los esclavos y campesinos, como una promesa de una vida mejor en el más allá. Para ello había que tener fe en Dios y aceptar la realidad por más dura que fuese. El cristianismo como vemos encierra en el fondo resignación y pasividad.
A pesar de esas características, esta religión cumplió un papel positivo en el derrumbamiento del esclavismo, al proclamar valores superiores a los de la sociedad romana como el amor, la solidaridad, la fe, la resistencia, etc. Los romanos no vieron otra cosa para reprimir a esta religión que perseguir y exterminar a los cristianos. Ello no apagó la creencia en esta religión; por lo contrario, lo reforzó más, de ahí que a finales del imperio, el cristianismo se había extendido por gran parte del Imperio. Vemos ahí otra ley histórica: que la represión de las ideas, cuando se creen justas, no las suprimen, no las debilitan; sino, por el contrario, las refuerzan y las extienden más.
El imperio sigue su curso, emperadores como Tiberio, donde crucifican al “Cristo”, Calígula, Claudio, Nerón -que incendió Roma- demuestran ser muy ineptos para gobernar. Para sofrenar al pueblo hambriento se les otorgaba el conocido “pan y circo”, una versión romana de lo que hoy es el adormecimiento ideológico a nuestra población y las dádivas que reparten los gobiernos para mitigar el hambre del pueblo. Estos espectáculos consistían en peleas de gladiadores y como telón de fondo matanza de cristianos. Así mataban el tiempo los emperadores en Roma, mientras que las provincias sufrían el peso de la explotación, la esclavitud y los impuestos. Vespasiano y su coliseo romano, Tito y la diáspora, la dispersión judía por el mundo, hecho de trascendencia crucial para el futuro de estos pueblos judíos.
La máxima expansión imperial se alcanza con Trajano (117). La guerra entre los emperadores por las riquezas no se hace esperar. El caos y la anarquía sacuden al imperio. Las rebeliones de esclavos se agudizan en este contexto. Algo importante es que los romanos no penetraron en una región del norte europeo conocida como la Germania. Allí vivían tribus agrícolas muy belicosas, conocidos como los “bárbaros”, porque para los romanos estos pueblos eran atrasados culturalmente.
Tenían por lo común estos germanos reyes cuyos guerreros le eran fieles y se hacían merecedores, por gracia del rey, de las tierras que conquistaban. Así se expresa el llamado vasallaje. Estos pueblos germanos arrinconados al norte ven la necesidad de ingresar al territorio imperial, y lo harán en oleadas sucesivas. Ello por una necesidad de conseguir más tierras de cultivo y también presionados por el avance de los pueblos asiáticos a occidente como los Hunos. Los romanos al inicio aceptarán su ingreso para defender las fronteras, posteriormente los germanos invadirán todo el Imperio y en guerra con los romanos. Todo esto irá minando las bases políticas del imperio, irá fragmentando los territorios romanos, y apoderándose de las tierras para dichos germanos. Los esclavos verán con beneplácito estas incursiones bárbaras y les prestarán su apoyo. Muchos esclavos abandonan los campos romanos y se concentrarán en las ciudades a la espera de comida; la mendicidad en Roma crece, la producción agrícola decae y los impuestos provinciales decrecen. La crisis económica es patente.
En el periodo conocido como Dominado, (siglo III-V) se eliminan todo tipo de instituciones republicanas (senado, asambleas); el poder se concentra sólo en el emperador y ejército. Dioclesiano impulsa la tetrarquía, la división del imperio en 4 provincias para gobernarlo mejor pero fracasa. Así mismo, para volver a obtener mano de obra para el campo, se impulsa el sistema del colonato, consistente en otorgar parcelas de tierra a los campesinos para que trabajen dentro de los latifundios, estén protegidos de la guerra, y a cambio den parte de su cosecha al latifundista. Estos ex esclavos ahora son los colonos. Esto es el antecedente económico del feudalismo. El esclavismo se está descomponiendo.
Finalmente Teodosio y su división imperial: Occidente para Honorio, Oriente para Arcadio. (395). La parte de occidente será avasallada por los “bárbaros”: Visigodos, Ostrogodos, Vándalos, Hunos, azotan a Roma y conformarán reinos en donde las tierras se reparten a los vasallos del rey bárbaro. Roma de occidente está por fenecer. Los hérulos al mando de Odoacro, derrocan a Rómulo Augústulo y derriban al imperio de occidente (476). Mientras tanto Roma de oriente resiste por cerca de mil años y se reorganiza bajo el nombre de Imperio Bizantino. Termina la llamada Edad Antigua y arranca la Edad Media. Así el esclavismo romano sucumbió. Mientras tanto, de la extensión del colonato, de los reinos germanos y su vasallaje, del catolicismo, nacerán las bases del nuevo modo de producción: el Feudalismo.
la sala de exposiciones del Canal de Isabel II, se inauguró con la exposición “Guerreros de Xi’an”, después le siguieron “Faraón” y “M.C.Escher. El arte de lo imposible”, tres grandes éxitos que hicieron pasar por sus puertas a más de un millón y medio de visitantes. Ahora le toca el turno al Imperio romano. noticiasdelloretdemar.es/modelo-de-carta-de-referencia-personal/
ResponderEliminar