Primera guerra mundial (1914-1918): mientras las potencias
imperialistas -la entente y las potencias centrales- guerreaban por un nuevo reparto de mercados y colonias; en Rusia, en
octubre de 1917, estallaba la REVOLUCIÓN SOCIALISTA, la primera de la historia,
comandada por el Partido Bolchevique
(comunista) jefaturado por LENIN. Acontecimiento que llevó a la toma del
poder a obreros y campesinos para eliminar las desigualdades y la propiedad privada. En esas circunstancias, uno de las primeras necesidades del nuevo Estado bolchevique era terminar la
catastrófica guerra que Rusia -merced al zarismo- venía afrontando en
favor de la entente contra las potencias centrales (Alemania,
Austria-Hungría, etc.) en el frente oriental. Para ello los bolcheviques
suscribieron con estas potencias centrales, el TRATADO DE BRETS-LITOVSK, en Polonia (1918)
firmándose la paz inmediata, terminando la guerra en el frente oriental, lo que permitió a los alemanes concentrar todas sus fuerzas en el frente occidental donde enfrentarán a los aliados
(Inglaterra, Francia, EEUU). Para Rusia significó apartarse de la guerra
imperialista y defender el nacimiento de su sistema socialista. Rusia renunció a
extensos territorios de los países bálticos (Finlandia, Estonia,
Lituania, etc.) en favor de los alemanes y potencias centrales como un costo de la paz. ¿Fue necesario
este Tratado? Consideramos que sí, el pueblo ruso tenía que concentrar
todas sus fuerzas en construir el socialismo y la guerra imperialista
retrasaba esas aspiraciones. Su revolución era anticapitalista, Rusia iniciaría una nueva era en la historia de las revoluciones. Tras la derrota alemana, los aliados vencedores comandados por EEUU anulan
el TRATADO BREST-LITOVSK, los países bálticos alcanzan autonomía y muchos
de ellos se integrarán a la nueva Unión Soviética ,URSS.
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