martes, 3 de junio de 2014

LA MASACRE DE UCHURACCAY

Eran los primeros días de 1983, en un Ayacucho convulsionado por una guerra subversiva librada por el Partido Comunista del Perú, conocido como "Sendero Luminoso", una guerra campesina que buscaba en lo fundamental desmoronar el Estado peruano y conquistar el poder para crear una "República de Nueva Democracia", bajo el estilo maoísta de guerra popular del campo a la ciudad. La guerra venía desde 1980 y su centro era la sierra sur del país, la zona más deprimida del Perú por la pobreza, el abandono y la explotación. Los subversivos habían logrado avances en el desarrollo de su guerra, tenían ganado un considerable apoyo campesino y empezaban a controlar algunas comunidades sin presencia del Estado, lo que ellos llamaban "el nuevo poder". Es entonces cuando las fuerzas armadas peruanas -bajo el gobierno de Fernando Belaúnde Terry- intervinieron a fines de 1982 para acabar rápidamente con dicha subversión a la que llamaban "terrorismo". De inmediato las fuerzas del orden al mando del general Clemente Noel organizaron a la población campesina e infiltraron sus agentes entre las mismas masas para aniquilar a todo elemento subversivo en el campo. El objetivo de los militares era dividir el movimiento subversivo, enfrentar campesinos contra campesinos, llegando a formar "mesnadas" o carne de cañón para aniquilar a los "terroristas". Era una guerra implacable. Hasta la capital llegaban a denuncias de matanzas, violaciones, torturas, etc. Del movimiento guerrillero se conocía poco y eso hacía más dramática la situación. Sus acciones hablaban por sí mismas, una guerra sin cuartel al orden establecido. Es en ese contexto que de Lima viajan 8 periodistas a investigar los sucesos de este conflicto. Un acontecimiento previo ocurrido en Huaychao en donde una parte de la comunidad dio muerte a los subversivos alertó a los periodistas. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Era una guerra entre campesinos o una guerra de campesinos contra el Estado? ¿Qué papel estaban cumpliendo las fuerzas armadas en este conflicto? Interrogantes que los llevaron a buscar la información de primera mano. Los periodistas fueron guíados por campesinos al poblado de Uchuraccay en la provincia de Huanta, Ayacucho. En eso los comuneros con las mesnadas y elementos infiltrados, asesinan a estos 8 periodistas y sus guías. La noticia llegó hasta la capital y dio la vuelta al mundo. El gobierno de Belaúnde dispusó la creación de una Comisión Investigadora presidida por el escritor Mario Vargas Llosa para esclarecer los motivos de ese trágico suceso. Su conclusión dejó más dudas que certezas: "los comuneros mismos habrían dado muerte a los periodistas a quienes habrían confundido como terroristas". Este argumento fue muy cuestionado porque en parte limpiaba al ejército, le quitaba responsabilidad de lo que era por muchos conocido: la vejación y el maltrato de los militares a la población campesina en su lucha antisubversiva. "O estas conmigo o con los terroristas". Esa era la lógica de las fuerzas armadas en aquel contexto; y el genocidio, las fosas comunes y desapariciones, una realidad que recién estaba comenzando. Era enero de 1983.




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